Las tejas no son otra cosa que unas piezas con la que se forman cubiertas para las casas y edificios con el objetivo de canalizar el agua .
A lo largo de los años se han descubierto diferentes modos de cubrir la parte superior de las casas pero solo cuando se hace con tejas se puede hablar de tejados. Las tejas tienen su origen en la prehistoria, cuando se empezaron a moldear los primeros objetos de barro. En la actualidad existen muchos tipos de tejas y su forma ha evolucionado a lo largo de los siglos con el objetivo de mejorar su practicidad.
Un tipo de tejas muy famosa es la teja árabe que con su forma curva resuelve todos los problemas de una cubierta como por ejemplo los canales.
El principal componente de las tejas de cerámica es la arcilla. La arcilla tiene la propiedad de que al añadirle agua son moldeables. Por ello, el origen de las tejas lo encontramos en las minas de arcilla.
Una vez que la arcilla está en la fabrica pasa por un desmenuzador para que circule bien por la tolva. Las tolvas se ponen en marcha con el porcentaje que se ha marcado previamente, finalmente va a otra tolva en la que hay una composición preparada y esa arcilla va al molino. Hay que saber que una teja puede estar compuesta por 5 o 6 tipos de arcilla diferentes.
El funcionamiento de molino consiste en que unos péndulos van triturando la arcilla hasta que alcanza la finura adecuada, por tanto, el molino lo podríamos considerar como un mortero gigante. Una vez el molino ha conseguido convertir la arcilla en polvo es el momento de preparar el barro.
Ahora llega el turno de la amasadora, en la amasadora se le hecha a la arcilla otros componentes como el agua para conseguir el barro, y el carbonato de bario. Esto último es un aditivo para conseguir neutralizar las sales y evitar que la teja quede blanca. En la amasadora se consigue mezclar todo bien, y cuando esta la mezcla preparada se descarga el barro.
El siguiente paso es la “galletera” en la que se le daría el ultimo amasado, se extrae el aire del barro para evitar problemas en el resto de la etapa y por ultimo compactar el barro, y según la forma del final de la galletera saldrá una forma de teja o de otro producto. Finalmente se corta la arista de la teja en las dimensiones establecidas.
Una vez conformada la teja hay que evacuar el porcentaje de agua que contiene. Esta etapa es la del secadero, los tenedores separan la teja de la suela y lo introducen en las bandejas del secadero. El sobrante se recupera, reincorporándose de nuevo con el barro virgen, realizando un proceso sostenible en la fabricación de tejas.
En el secadero mediante un caudal de aire muy alto, y una temperatura progresiva que llegan alcanzar los 70 grados se evacua el 20% de agua que contiene. Las tejas recién salidas del secadero van al proceso de pintura donde se puede realizar todo tipo de detalles en las tejas como acabados mediterráneos en los que se puede apreciar hasta el “musgo” que vemos en tejas viejas.
Una vez las tejas están pintadas y decoradas, las tejas son depositadas en vagonetas para introducir al horno y su posterior transporte en camiones, donde estarán a temperaturas de 1000º durante 24 horas. Así se fabrica el material de la teja, y se consigue que la teja dure toda la vida.