Debido al paso del tiempo en muchas casas antiguas podemos encontrarnos con que las tejas están erosionadas, muchas veces se debe a que los temporales han ocasionados daños a las tejas, y otras veces simplemente la teja se ha quedado vieja.
Normalmente la teja árabe suele utilizarse en tejados que tienen cierta inclinación, esto es debido a la curvatura que tiene este tipo de tejas. Las tejas árabes se colocan una sobre otra gracias a su forma curva con el objetivo de evitar que se introduzca agua entre dos tejas.
Para una mayor seguridad las tejas árabes suelen fijarse con el peso de piedras en su superficie, o si hay un mayor riesgo debido al temporal puede fijarse con un mortero.
El punto fuerte de la teja árabe es que se trata de una pieza impermeable, aunque se debe tener sumo cuidado de no colocar o cambiar cualquier teja que haya sido agrietada o rota puesto que entonces si podría entrar agua a través del tejado.
El material principal por el que están compuestas estás tejas es la arcilla, que es el mismo material con el que se fabrican las tejas árabes por lo que mantiene sus propiedades principales.
Además la forma de las tejas mixtas permite una colocación más sencilla que la de las tejas árabes, e igualmente estas tejas no permiten el paso de agua a través de ellas.
Muchas personas acaban decantándose por la teja que más estética les parece. Pero lo realmente importante es que la colocación de las tejas, ya hablemos de tejas árabes o de tejas mixtas, sea la adecuada y nos de seguridad.